El CBD o cannabidiol es un componente del cannabis descubierto relativamente hace poco tiempo, por lo que su regularización en el mundo avanza a distintos ritmos.
En este artículo queremos ponerte en contexto respecto a la legalidad del CBD en España, pues son muchas las personas que se encuentran temerosas ante la falta de guiones claros acerca de si el cannabidiol queda bien regulado o no en nuestro país.
Esta incertidumbre lleva a muchos consumidores a plantearse la compra o no de productos que contengan CBD, pues creen que podría tener consecuencias legales. Incluso la falta de información desanima a nuevas personas a emprender en negocios relacionados con el cannabidiol.
Regularización del CBD en España
La verdad es que a día de hoy, la regulación respecto al cannabis y sus derivados es bastante pobre en muchos países, incluido España, donde el CBD no puede ser vendido bajo la denominación de suplemento alimenticio o como producto para tomar o ingerir ya que no queda registrado por la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS). Su venta sólo está permitida bajo la denominación de producto técnico o producto cosmético, es decir, para aplicación externa en nuestro cuerpo o para usarlo en diferentes fines como construcción o ropa.
Para poder plantar cáñamo, variedad de Cannabis sativa rica en CBD, se necesita obtener los permisos correspondientes y el requisito imprescindible de que las variedades de cáñamo no superen el 0,2 % de contenido en THC, recogidos por la Unión Europea en el reglamento No 1124/2008. A día de hoy, son muy pocos los productores que han obtenido los permisos pertinentes en nuestro continente, debido a las numerosas trabas burocráticas y legales que rodean a este negocio. La plantación de cáñamo queda exclusivamente destinada a la producción de la planta para fines técnicos como la elaboración de telas o materiales.
Muchas de las empresas relacionadas con la venta de productos derivados del cannabis como es el CBD, han sido sometidas a inspecciones y multas por el mal correcto etiquetado de sus productos. Muchos de ellos no disponían de las analíticas pertinentes en cuando a concentración de los distintos fitocannabinoides, dificultando así la posibilidad de que contuvieran porcentajes de THC superiores a los permitidos por ley. Además, son muchos los vendedores de productos alimenticios enriquecidos en CBD, algo que en nuestro país sí queda definido como ilegal, pues la ingesta de derivados del cannabis queda no autorizado por la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS).
El THC es la molécula completamente ilegal
Recordemos que el THC es el producto psicoactivo y adictivo que hace que la marihuana sea ilegal, y que el CBD es el cannabinoide con efectos beneficiosos pero que no produce adicción ni alteraciones psíquicas, por lo que no se considera ilegal y está prohibida su comercialización. De hecho, existen miles de empresas en el país dedicadas a la venta de este tipo de productos.
A pesar de que la OMS ha considerado reclasificar al cannabis como droga, la ONU reclinó por el momento esa opción ya que algunos de sus estados miembros necesitaban reflexionar más tiempo acerca de sus usos.
Numerosos artículos científicos hablan de los beneficios que posee el CBD y cómo este puede ayudar a las personas a mejorar su calidad de vida. Además, se ha demostrado que no es nocivo para la salud, ya que las personas poseen un sistema endocannabinoide natural que metaboliza el cannabidiol. Los riesgos reportados son bastante escasos y leves.
Algunos países como Suiza o Reino Unido, también consideran legales los productos de CBD siempre y cuando no superen el porcentaje legal de THC, aunque tampoco poseen una regulación estructurada acerca de estos productos, como sí sucede en Bélgica, Holanda o Dinamarca.
No sería raro ver a la Unión Europea mover ficha respecto a la completa regularización del CBD en todo el continente o incluso del cannabis.